Viví entre las sombras, de una oscuridad inventada,
Donde la luz relucía por su ausencia indefinida,
Viví bajo el reflejo de tus huellas, ahora perdidas,
Y entre la bruma de los silencios,
Que ni aún mis más viejas palabras,
Iluminaban el rastro de mi alma herida.
Perdiéndose entre nuestros muchos secretos,
Se hallaba el leve susurro de tu aliento,
Hablando en voz queda con las alas del poco viento,
Pronunciando el nombre de un amor que olvidaras,
Llorando entre las sombras y el silencio,
Con rezos de santas y dolidas palabras.
Hoy inventé la luz,
Siguiendo el rezago de tu mirada,
Y en medio de esta oscuridad inventada,
Se han abierto las cortinas,
Dando paso al sol de un nuevo día;
Hoy tu cielo ha sido azul intenso,
Y en medio de su seno,
Se ha criado una semblanza,
La de tu imagen cuando viva,
Sonreía como mi amada;
Hoy en medio de mi soledad, cruenta y desolada,
Sentado espero, el haz de luz de tu palabra,
Queriendo desvanecer,
Mi oscuridad inventada.