es la condena del miedo a haberme equivocado, con una palabra no se lo que has pensado, ¿es otra casualidad inventada por mi amor destronado?, mucho tiempo ha pasado, no hay prisa, es tomarse un poco mas de tiempo del que nos hemos tomado, será el lugar perfecto, pero no me hago ilusiones a tus alusiones de afecto, pues pude ser la casualidad de lo imperfecto, la realidad de estarme inventando esto, arreglar lo nuestro, volver a empezar dejando al resto, lo pienso intentar aún a sabiendas que no eres para mí por tu estilo de vivir y caminar, muy diferente a tí, somos el yin y el yang, lo que nos complementa para ser feliz, pero... para tí poquita cosa para un porvenir, eché a perder por la borda por lo que luché, me abandoné a mi suerte sin importarme un futuro, solamente esperar a la muerte sin conjuro para quizás en otra vida poder volver a encontrarte y verte, empezar de cero y ver como se siente unir al gemelo de un alma abandonada a su suerte sin consuelo, puede que vuelva mi ilusión y entonces seré alguien que vive con pasión, ahora me perdí en mi yo, desatendí todo lo que algún día me hizo vivir, por eso te escribo para que sepas que desde que te conocí en mí hay un yo que nunca ha existido, que vuelve junto a ti sin entender porque no puedo nada hacer ante la situación de volver a caer, no puedo elegir de quien enamorarme y saber quien me puede hacer feliz, porque felicidad quedó en el ayer cuando te conocí y no te supe querer... ahora te vuelvo a escribir, sin saber si me lees... sin saber que decir, un tiempo corto me queda, me largaré a otro lugar si no me lees aquí, en esta espera por lo que llevo esperando para ser feliz, si no es contigo, me iré lejos donde no encuentres mi corazón escondido.