El pequeño Guillermito
en la calle fue a jugar
sin permiso de la abuela
los trabajos de la escuela
no los quiso terminar.
Ven acá muchacho inquieto
sin hacerme pataleta
que la lluvia no ha cesado
mas te dejo castigado
sin comprarte la paleta.
Tanta lluvia te hace daño
te mojaste ya muchacho,
andarás con fiebre luego,
los resfriados no son juego,
inconsciente vivaracho.
Al llegar por fin la noche,
hubo más temperatura.
El insomnio que se cuela,
como si un dolor de muela,
larga fue la noche dura.
Las ventanas no se abrieron
para el pobre Guillermito,
con agüitas de panela,
mas las hierbas de la abuela
ya se siente mejorcito.
Muy temprano hacia la escuela
la maleta y sus deberes,
a la abuela dio su beso,
-no me mojo de regreso,
sé muy bien que tú me quieres-.