Yo también te miro en la almohada vacía,
allí veo tu rostro sonriente,
allí siento tu aliento caliente y
allí te acarician mis manos y
te sellan mis labios con un beso.
Allí se eternizó nuestro amor secreto y
en esa cama que nos conoce tanto,
nos entregamos por completo.
¡Oh amor! ¡Cuántas noches he soñado con esto!
Escuchar tu voz en mi oído diciéndome \"Te amo\",
sentir tus manos recorrer mi cuerpo y
nuestros cuerpos fundidos en uno solo,
con su pasión, con su deseo
con ese fuego ardiente que nos quema,
expresando en su propio idioma
lo mucho que nos queremos.
¡Oh amor! ¡Cuántas veces he querido esto!
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
Enero 12 de 2016