De tanto pensar allé
que de risa se moría
quíen al pensar no sabía
la razón del bien vivir.
Del vivir más cotidiano
la grandeza y la rutina
al únisono caminan
por las ansias de vivir.
La vida cual miél sabrosa
pasa o, no pasa gustosa
si no, simplemente pasa.
Y cuando el camino, ollado está
y más arriba se empina
la cuesta al fin determina
lo difícil que es llegar.
Y llegados ya al final,
siempre habremos de pensar,
\"Que si gusto da vivir, y
complacencia sentimos
cuando andamos el camino.
¿Por qué, hemos de morir\".
19-7-82
Isidoro Pavón Mariblanca