Ironías del amor ...
Todavía recuerdo como desvestirte y hacer que se te eriza la piel ,deseosa de tanto placer y a cualquier precio, sigues llamando en cada anochecer, aunque ya no tengamos nada que ver.
Es que exigen tanto nuestras pieles, que no podemos evitar el desesperar al vernos amar a esos pobres amores que nos esperan en cada regreso al hogar, si sabemos que nuestro destino es querernos.
Muchas veces fueron las que intentamos estar juntos, pero tantas libertades necesitan nuestras almas que terminamos hiriéndonos, y aunque la química de nuestros cuerpos consigue calmar el apetito de nuestro ser,en un irracional decidimos separarnos, pero nunca pudimos hacerlo del todo,y acordamos en volver a vernos en secreto en cada mes que pasa.
Es difícil de explicar o quizá lo fácil de engañar es lo que no queremos ver, dos personas destinadas amarse deciden separarse por ser irresponsables en el amor.
Lo que pasa, es que en esta relación existe la enfermedad de los celos, ese vil sentimiento que nos vuelve ciegos,y justo somos dos tramposos que juegan sin miedos con los sentimientos ajenos.
Aun así todavía recuerdo nuestros cuerpos desnudos, y la sed de beber tus besos empieza a ceder, nos volvemos a ver comienza el juego otra vez.
Leandro Conte