Yo quiero decir que la infancia
es una ciudad de oro,
una ciudad encantada
desde donde mira un cielo.
Una ciudad es la que
ninguna calle tiene apodo
y se reconoce por cosas
verdaderamente importantes.
Las calles se agrupan en fila,
como un gran ejercito.
Se llenan de números
y carteles escritos en mayúsculas.
Las estrellas se agrupan,
en constelaciones perfectas...
Explicadas en algún libro de texto.
Pero lo único que no se puede encontrar,
son las lágrimas de tus ojos...
¡Que pintas de vez en cuando!
Algún tipo de tristeza.
La calle de tus ojos,
la calle de tu cuerpo y tu duda.
La calle de tu casa,
la calle del amor y del orgullo,
la calle de la realidad…
La calle de mi casa.
......
Mención de Honor 2014
Junin, provincia de Buenos Aires.