Saber quien eres sin saber quien soy, querer vivir el mañana sin poder vivir hoy, la libertad habla de la condena que dulcemente me envenena, y aquí sin esperar a nadie esperando su espera, en un lugar donde el invierno no se hace de repente primavera, primera en la nada pasajera, última en salir del círculo y su enredadera, sentir el amor del odio de tu corazón, saber que la nada que sé, está extraviada y la intenté encontrar pero perdí en lucha la batalla pagando con míseras monedas de plata, tu platino con mis aciertos y erratas, con mi fallos y los que tu nunca sacas, te extraño y a veces lo hago en vano porque tú a mí... tú no me extrañas... no te hago sonreír, millones de \"seriedades\" dedicadas a mí, no como al resto de los mortales, con ellos tu son es alegre conmigo eterna tristeza inmortal, es la que nos refleja en los lagos dulces del camino, amargos vampiros sin reflejos donde con su juventud al lado del salado mar busca sus espejos, es la dirección sin rumbo de la contradicción, te siento gritándome en silencio \"vamos apriétalo\"... en verdad es la mentira de mi realidad, mi imaginación delira y alguna vez cuerdamente se inspira, respira en este ahogo de no saber si todavía somos, fuimos o simplemente nunca fuimos porque siempre nos tuvimos, igual nos perdimos porque siempre somos lo que nunca seremos, es como avanzar en el tiempo y pararlo a la vez, es algo que no entiendo y no se si tu podrás entender, porque la conexión se desconecto al parecer, sería más simple si en la dificultad me hicieras saber que no escribo en vano y que vale la pena leer, ya sea por un conocido o un extraño, que me odie por ello o me aprenda a querer, dime ángel de mis infiernos ¿podré con el diablo al cielo entender?, no es camino de rosas sino de espinas, hay que arreglar muchas cosas, estropear la polución que las contamina, para volver a un nuevo amanecer en la mina, nuestro viejo anochecer que aún a día de hoy después del ayer te fascina.