Que tu mirada sea mariposas
Que me indiquen que el sol ya regresó,
Tus labios, de claveles y de rosas,
El campo renacido de tu amor;
Tus palabras, palomas presurosas,
Tu pecho sea erótico tambor,
Tus manos, las corrientes presurosas,
Cascada de cristal, hecha de amor;
Que ese aroma de menta tan fragante
En los míos, frenesí dejará
El néctar tan sublime y excitante
Que todo de alegría llenará:
Sentirte mía aquel eterno instante,
Y mi vida de luz se llenará…