Que me alcance la vida para darte un beso,
que mis manos no se despidan de la tierra
sin antes haberse llenado del oleaje intenso de tu pelo,
aun suena prematuro, pero no quiero decirle adiós a este cielo,
sin antes haber naufragado por los mares de tu cuerpo,
que el tiempo no me absorba el oxigeno
sin que tu hayas respirado cerca de mi pecho,
que las noches, la bohemia y los amigos, no me lleven temprano,
para seguir viendo esos ojos que se ondean en lo alto de tu patria,
y ese andar de gaviota, y esa sonrisa de nieve en la antartida, que
congela a cualquier ser viviente,
yo quiero seguir viendo lo bonito que me sigues ignorando,
por que no te amo,
pero te quiero igual que las veces que mis zapatos han apagado colillas de cigarros,
o exactamente las mismas veces que a mis 22 años yo he respirado.