por presumir
a mis amigos les conté
luciéndome de lo muy macho que pude ser
que en el amor ninguna pena me aniquila,
y por probar los hechos de mi ego fui a ceder
me jugué el corazón sin saber
que tanto así herido me queme
prendiendo el alma con fuego y gasolina
y yo que no creía en el amor
pero esto fue herida a carne viva
como no pude con ella, yo
ella fue quien me crucifico en el atardecer
asiéndome ver mis errores
y refregándome en la cara mis defectos
mi maldita mala suerte
y el fracaso de mi vida
y ahora que todo termino
que ya no estoy en ese recinto
es ahí donde sólito donde me acuerdo yo
en los días de luna llena
era cuando tu piel lozana
brillaba cual el brillo de una estrella
y como no perderme yo
si paresias un ángel
y yo, un tonto que te seguía.
le pregunto al cielo infinito
que asido de tus días
y con rabia de saber
ya no puedo preguntar
solo me queda que confesar
que estoy odiando sin odiar
respirando por la herida,
que ha sido de tu vida
en esas tardes de sosiego en mi tranquilidad
pronuncio tu nombre sin pensar
¡qui en lo diría!