Soy el cerezo inventado por tu noche,
donde tu lengua urgente
es el río vencido de mi boca.
Laberinto desnudo de la estrella,
sedienta geografía de la noche:
Penumbras enloquecidas,
largamente jugosas de cerezos.
Tú y yo aún somos
dos incendios robados a la noche.
Donde el aire culmina
antorcha desvelada
que aún nos cerca.
Desnuda cae mi sombra entre tu boca:
Acrobacia perpetua
de la miel en sus cántaros.
Donde se doblan
los cerezos en mi boca,
avidez de mi boca entre tu boca.
Donde parpadea mi lengua
sumergida entre la noche.
Donde aún los cerezos
besan tu boca
mordida de penumbras.
¡Ha lunas rumorosas del deseo!
En donde irrumpe la levedad en mí,
en donde irrumpe mi levedad en ti.
Naufragio de tu boca…
Presagio de tu boca…
Invención de tu boca…