Sus manos son dulces caricias
me invitan con su tacto a bailar;
te envuelven por tierna pericia
son palomas que te hacen volar.
Sus caderas, por Díos, enervan
hacen que desees ser inmortal;
cuando las tocas todos hiervan
hace pero solo de mi son total.
Sus pasos, grácil cual gacelas
te pierden sin poderlos tocar;
que hermoso es sentir la tela
de su marca si baila sin parar.
Ella me ama, lo se, así lo siento,
es como toda mujer debe amar
pero la mía es especial, adentro
la llevo y nada lo puede borrar.