Mis oídos atentos escuchan su voz,
mantengo mis ojos cerrados,
respiro con el alma,
sello aquel momento con dulzura,
es mi voluntad,
un corazón que proclama con gozo su nombre,
un libro abierto de sentimientos,
como promesas que devuelven la esperanza,
sin fatigas,
solo la calma que huele a paz,
vigilia que invita a la luna,
por ser testigo del amor,
sigo escuchando su sonido,
que atraen pensamientos,
de pura inspiración,
arbitraria la noche me arropa con su manto,
con un guiño su mirada coquetea,
y en su boca se dibuja un beso,
instante eterno que atrapa mis letras,
las moja de emociones,
y entre sus versos,
sus caudales se derraman sutilmente,
amiga íntima del mutismo,
más profundo que el sonido,
me hipnotiza....
sus palabras se detienen,
el eco se las lleva sin razón,
con el vaivén del viento,
marchan irremediablemente,
como un enigma,
su voz….
Despierta mi poesía,
y su ausencia descubre mis más férvidos silencios.
Colombiana.-