Que sean estos versos plena vida,
Que pinten ese instante de fulgor,
Que llene nuestras almas ese amor
Que dio a nuestro instante la alegría
De gritarle a este mundo que eras mía,
Que una es nuestra infinita y gran pasión,
Que sólo a ti entregué mi corazón,
Que por ti viviré cruel agonía;
Besar tus dulces labios, qué delicia,
Sentir tu dulce cuerpo, cuánta luz;
Gozar de tantos ruegos y caricias
Que hacen de esta experiencia un lago azul:
Gritar que todo ha sido una albricia:
Reunión de un simple yo, con un gran tú...