De una tarde nacio para ti este poema,
de las farolas de un parque,
de mi anciedad, de mis sueños,
de las risas de niños,
de las notas melancólicas de Einaudi,
de un aire frio que volaba entre las hojas de los árboles,
de extraños ruidos,
y del vértigo que me provoca pensarte,
mujer, no te llamo para que vengas,
te llamo para que nunca te marches,
para que tus ojos no se den la vuelta,
y tu recuerdo en mi nunca se apague,
y tu risa,
hay! que tu risa no se me vaya lejos,
por que perder tu risa seria como
perder todas las estrellas del universo,
te preguntaras, ¿por que escribo todas estas cosas esta tarde,
cuando no te conosco mucho y ni siquiera soy tu amigo,?
la respuesta es simple:
te quiero aunque no estes conmigo