Desde hoy, exijo la independencia,
independencia de mis traumas,
de mis prejuicios, de mis miedos.
Quiero librarme del egoísmo,
de las miserias, del hastío…
recuperar las alas para peinar el cielo,
para elevarme por encima del hambre,
de la ignorancia, de la sangre estéril,
para poder rozar el firmamento
y mirar a la vida cara a cara.
Quiero romper las banderas,
los himnos, las consignas
que no son más que yugos camuflados
tenderetes de magos y trileros
que te venden mentiras
mientras clavan sus dagas en tu espalda;
recuperar sonrisas,
reciclar esperanzas oxidadas,
aprovechar el tiempo
y vivir con el pecho al descubierto
esperando el mañana en cada esquina
durmiendo a pierna suelta,
haciendo el amor a la vida y por la vida
sin tener que venderme en la subasta.