Duele reconocerte,
en el casquillo de la bala
que atraviesa mis márgenes,
pero yo seré una muralla
Duele recordarte,
en la íntima balada
que me desviste el corazón
más no caeré en tu jugada
Duele imaginarte,
riéndote a carcajadas
que me cruza la piel dolida
me destrozaste la mirada
Duele imaginarte,
creyéndote muy valiente
imaginándome desesperada
ya tu no estás en mi mente
no vales más que carcajadas