se mea hecho costumbre abrir los ojos todos los dias,
e imaginarte igual que yo aun acostada en la cama,
forma parte de mi rutina diaria obligatoria
pensarte unos 15 o 20 minutos por mañana,
pero no puedo estarte pensando todo el tiempo
por que tambien hay que seguir viviendo,
por eso te olvido a ratos,
cuando tomo el cafe o me alisto para salir al trabajo
tengo tanta prisa que no tengo tiempo para ti,
pareciera que los momentos de tranquilidad
son tus favoritos para perturbarme las ideas,
es un poco ironico por que cuando mis aguas se calman
es cuando comienza la tempestad de tus recuerdos,
sin embargo a pesar de mi prisa, a pesar de las obligaciones
a pesar de los deberes que me mantienen ocupado,
no te vas del todo querida,
es mentira que te olvido,
simplemente distraigo un poco a tu recuerdo
poniendolo a jugar con las teclas de una computadora,
o calculando cifras, o sacando algunas copias,
siempre habra una pequeña luz de ti
brillando por mas entretenido que yo este en otros asuntos
que no se traten de ti.