Admirada mía(a)
Que me des hoy te pido la llama de tus ojos
y alejes el desdén que dejas al pasar.
Ignoro porque tienes altiveces y enojos
si sólo es mi pecado tu belleza admirar.
Hoy yo te pido des, consuelo a mi tormento
y se pueda en la noche la tiniebla alumbrar.
Que atine a encontrar el fin a mi lamento
y en tus límpidos ojos me pueda refugiar.
Que seas una brisa de rosas perfumada
y pueda yo ofrecerte mi dulce serenata.
Que sepas que serás por siempre mi admirada
y te obsequio la luna con sus luces de plata.
No me prives te imploro bella admirada mía
de tanta claridad de tan intenso brillo
que sin ello seré, Ser sin bastón ni guía
y obligada estarías a ser mi lazarillo.
Evandro Valladares Valladares