Prefiero leerte desnuda,
y no entre líneas,
sin nada lo eres todo:
el no apagado, el sí presuroso,
la vida secreta de una mujer
-cálido rumor que no libro
de conchas entrelazadas,
huecos de vivir o tener islas,
playas sin náufragos,
gaviotas-
y un mar íntimo
de un beso más
-al fin-
junto a la orilla fértil.