Cristalinos amaneceres
de beso quebradizo...
se vencen muy despacio
en campos de silencio,
en pálidas auroras
mi labio se licúa...
de lidio derramado
mi alma se ennoblece,
en tórridas caricias
y de beso se deshace...
de boca curvilínea
zaherida de abandono,
mi alma se diluye
en arco aventajado,
de utópicos placeres...
mis labios palidecen.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.