Después de vivir al abrigo del olvido, abrazado por la ausencia de tantas soledades que me han acompañado, de tantos sinsabores, batallas que detrás suyo han dejado una huella con sabor a derrota, primaveras devastadas por inviernos que devoran con su frío la tibieza de la vida.
Hoy decido Amor, darme por vencido y no ir más contrario a tí, en contra tuyo ni contigo, he decidido ser un total cobarde y doblegar mi valentía, echar andar por los caminos que en tu caprichoso andar quieras llevarme, he decidido renunciar y he decido que no renunciaré, me dejaré llevar por el devenir de tus designios, sumergido en cualquier lugar sin atarme a ningún tiempo, lanzaré al viento todas mis espinas y dejaré que mis dolores sean las gotas que la lluvia arrastre al suelo.
Depongo mi melancolía y los momentos de alegría, la ira que contienen mis entrañas y la paz que toca mi calma, te dejo allí mi alma quebrada, mi corazón abatido, te entrego prisioneros los besos que aún guardan mis labios y los versos que mis venas todavía destilan, voy abandonar ésta guerra y refugiarme entre ruinas de recuerdos y quereres,
hoy te declaro vencedor y con mi voluntad postrada me declaro vencido,
Amor, no voy a implorar piedad, cautivo en ti puedo morir cuando quieras.
SALO.