Raul Gonzaga

Después de la tormenta, viene la calma

 

Anoche la llovizna fue feroz,
El cielo se caía con gran fuerza,
Las nubes se chocaban, cruel tormenta,
Veía con tristeza mi pasión;

Pensaba que la vida era dolor,
Lloraba tanta absurda inexperiencia,
Lloraba y aceptaba mi sentencia
Quedarme en la locura y sin amor;

El sueño me venció y me perdí
Desperté de repente, amanecer,
Un cielo como nunca, percibí,

Tan limpio y cristalino, ¡gran placer!
Y aquel fatal dolor que yo asentí
En fe y en esperanza, transformé…