Soneto a unos Hermosos Senos
Dos volcanes a punto de erupción
tremendos, enhiestos, vibrantes, bellos.
Así van, vislumbrándose destellos,
de dos monumentos en erección.
Mis ojos no encuentran la dirección
para poder dirigirse a cuál de ellos
y mis respiros se vuelven resuellos
al vivir tan calurosa emoción.
Ellos sufren mucho al estar opresos,
en fina tela tener su prisión
y van ansiosos reclamando besos.
Creo que sí adivinan mi intención,
de soltar lazos que los tienen presos
y me den placentera indigestión.