Gotas de sangre como perlas
Que emanan de los brazos del herido
Brotando de cada una de sus venas
Y ahogando cada uno de sus gritos
¿Llorará alguien por un hombre mutilado
Que cayó ante la laguna sin ahogarse?
¿Le verá alguien perecer entre sus brazos
O salvarán su cartera de incinerarse?
Tendrán tapones para el llanto
De la mujer maltratada
Y mirarán desde lo alto
Su pan duro de cada mañana
Pedirán silencio al salir de misa
A aquel que duerme sobre el asfalto
Taparán los ojos a la dulce niña
que pregunta \"¿y sus zapatos?\"
Dejan billetes en el cepillo
Pero nunca han cruzado la autopista
Se confiesan cada domingo
Para pecar durante el resto de su vida