Que me haces tan feliz
al saborear tu risa
que como pompas de jabón
por mi cuerpo se desliza.
Disfrutar tu alma
y sentirte tan cerca
que me siento noble
entre placeres
y aunque no así en quereres…
porque se levanta erguida
y orgullosa
se aleja cuando quiere.
No sabes que llevo
escondidas espinas,
que castigan y me sonrío,
porque la risa es refugio
y hace ser original
cuando tu pena debes guiar
aún sintiendo que hay frío.
No quiero llevar
honores que no tengo,
porque con lo que cargo me
debe alcanzar
y con ello me sostengo.
Que siento penas
que pueda disimular
entre el tumulto que mira.
Porque me gusta sentirme
entre los que saben mirar
sin tener que desvestirme.
Que llevo sueños como cualquiera
que también me fatigan,
y al despertar,
descubro que todo pasó
me doy cuenta que es eso la vida.
Que siento pisadas a mi espalda
y cuando voy a mirar…
desaparecen,
sin ser el ángel que te guarda.
Es que la ausencia no sirve
para medir la nostalgia
cuando camino en el silencio
de esta necesidad de amarte.
Esperando lo que vendrá
y que un nuevo día pase…
porque otro seguro que volverá.