Sin saber de mí voy y vengo,
sin contar lo que contaba
sin mirar lo que antes vi tantas veces
por medio de la ventana de las almas de otros
a quienes quise, quienes me quisieron…
Para los que ahora solo soy parte de su olvido
de esa sonrisa que una vez dieron sin ganas
o quizá con ganas, pero ya no recuerdan…
Y yo sigo aquí con el sentimiento vivo,
con el grito colgado en el pecho
y el sentimiento llorando persiguiendo la ternura
que en puñados di a todos,
inclusive a quien no lo merecía.
No, no es esto un arrepentimiento,
Tampoco un lamento por haberme quedado sin ellos.
Es solo un dolor profundo
que le escribe, letra por letra a la memoria de un recuerdo.
Aisha