lucio1588

Acerca de un príncipe medieval

 

La escalofriante brisa de la noche anunciaba

El quiebre de la paz que por años habitó

En estas cálidas tierras que bajo la luz del sol

Sugieren una afable experiencia que interpretaba

Los rituales sinceros de los que se sirvió

Como poder para conspirar contra la bestia del Seol. 

 

Solicitud, ruego al viento interceder por mí

Deseando con fuerzas una conspiración a favor

De mis peticiones y súplicas ante los cielos,

Procurando con ameno el bien hacia ti.

Todo lo acordado será a su tiempo, con labor

Hasta que el cielo decida negar su anhelo. 

 

Esperanza, eleva esta oración como grato perfume

Hasta la planta de los pies del dador de la vida

Para que conozca mi solicitud y el dolor que siento,

Pues la desesperante fatiga de mi honor llega incólume

A las raíces de mi mente que mantiene esta herida

Por sobre el tiempo, que me arrebata el aliento.

 

…Los fluidos que descienden desde tus suaves labios

Hasta lo más delicado y profundo de tu frágil esencia

Sugieren lo improbable de acontecer entre la oscuridad

Junto a la calidez que tu semblante emana sin agravios

Para dar comienzo al ritual que fusiona tu presencia

Con la mía, y que nos permite jugar en la eternidad. 

 

Las delicadas flores que descienden desde tu corona

Hasta tus suaves pechos, estimulan estos sentimientos

Que elevan mi espíritu al cielo: y contemplo tu mirada,

Desde lo alto, entre las frágiles nubes con aromas

Como un destello de consciencia sin remordimientos

Capaz de sentir lo divino de tu figura descansada.

 

La belleza en tus ojos claros que enceguecen,

Refleja bajo la lluvia los aromas que con sutileza

Permanecen intactos y suaves sobre tus hombros,

Solicitando atención a las vibraciones que entristecen

En busca de la espada esmeralda, con delicadeza

Hacia las frágiles contradicciones entre los escombros... 

 

Que el poderoso valor de mi espíritu no se aparte

Para que con ansias pueda vencer a esa bestia

Y proteger mi reino de la iniquidad del enemigo.

Pues el espíritu del bosque anuncia que la muerte

Pasará por aquí una vez más, pero con valentía

Podremos ganar la batalla si confían conmigo.

 

La candente flama de aquella bestia no me quemará

Pues mi voluntad se ha liberado de las blasfemias

Habitantes de las tierras del norte, en “Mente”,

Donde los arqueros señorean lo que impedirá

La llegada del ejército del sur hacia su bohemia…

¡Que Dios ampare al príncipe del peligro inminente!

 

¡No creas que por tener una armadura me vencerás!...

No obedeceré un mandato en contra de mi corazón,

Conozco tus poderes, mi vida no podrás llevarte…

Siempre y cuando tú quieras, el más fuerte serás…

No beberé tus palabras de ningún río de esta nación,

Hasta que tu sangre caiga al suelo y tú no te levantes…

 

…Todo el esfuerzo y el sacrificio de este pueblo

Será recompensado por el cielo, que contempla

La permanencia de esta pobre y desolada tierra.

Que la luz de la verdad se pronuncie cuando hablo

Para guiar al que perdió su camino en la niebla

Del oscuro abismo, que es esta innecesaria guerra. 

 

Lo que mi pobre alma anhela es sentirme conmigo,

Abandonar los pensamientos que provocan la ilusión

De la realidad, para unirme a ella sin que el tiempo

Nos seduzca por ser tan débiles y faltos de abrigo,

Por creer en la existencia de la muerte como alienación

Sin considerar lo simple y eterno de estos campos.

 

¿De qué sirven las riquezas de todo este imperio?

Si mi corazón anhela algo más delicado y profundo

Que el simple brillo de este metal el cual perece

Y se vuelve uno con el polvo de este gran misterio

De la vida y de las leyes que en sólo un segundo

Transfiguran la energía en una luz que permanece.