Hoy tengo mi corazón en una mano y mis poemas en la otra,
Ambos vacíos y transparentes como un frío vidrio.
Esta noche intentaré guardarte muy dentro de mi mente
Sin que te presentes en cada uno de mis pensamientos,
Intentaré guardarte en mis ojos,
Sin que salgas a través de mis lágrimas e
Intentaré guardarte en mi corazón
Sin que te sienta en cada gota de sangre derramada.
Solo Dios sabe cuánto te he pensado,
Y cuánto he intentado que mis recuerdos estén tan distantes como tú;
Pero no he podido.
No puedo borrar de mi mente tu nombre,
Ni mucho menos alejar el recuerdo de los caminos que recorrimos juntos,
Y que hoy han quedado solitarios.
Me miro al espejo y no me reconozco,
Siento mis pensamientos vacilar como un niño esperando su juguete,
Y hoy como cada noche a la misma hora y en lugar que me dijiste adiós,
Sigo esperando el milagro de volver a verte.