Qué dura es la muerte cuando
una dolencia pasada,
un simple padecimiento,
convierte en noche cerrada.
Qué dura es la muerte cuando
decide entrar en tu casa,
y persigue a tus mayores
o se ensaña con quien pasa.
Qué dura es la muerte cuando
detiene el pulso, te ciega,
hace añicos ilusiones,
te pone el dedo en la llaga.
Qué dura es la muerte cuando
oculta tras la ventana,
toma por sorpresa un hijo
o se mete en tu cama.
Qué dura es la muerte cuando
por años no dice nada
luego dos veces seguidas,
mide el ataque a mansalva.
Qué dura es la muerte cuando
demoliendo tus defensas
el horizonte te achica,
amputando la esperanza.
Qué dura es la muerte cuando
en el umbral de tu casa,
esquiva por un costado,
tomándote por sorpresa.
Y pensar que yo pensaba:
¡La muerte esta casa olvida!
Estaré siempre esperando
paciente, eterna malvada.