Me hablaron tanto de ti
que ya extraño me sentía
hasta me desconocía
todo me sabia a ti.
Pude ver la margarita
tan hermosa y profunda,
la que en mi jardín abunda
por ser su favorita.
La suavidad de sus manos
siento al tocar las mía,
si te marchas moriría
y este amor seria vano.
No vayas muy de prisa,
permítame estar a su lado
y juntos sintamos la brisa.
Dos tiernos enamorados
que han sabido de caricias
y del amor las delicia
que el tiempo han perdonado.