Asoma a la ventana en la quejumbrosa choza
una lágrima infantil que amenaza torrente
trae arrastrada a su peso una pupila ardiente
que se aferra a las crespas pestañas de una moza
Emerge en sus labios la tonada que solloza
derramándose como un arrullo dulcemente
para ir a reposar sobre satinada frente
que reclamando el vuelo entre sus brazos retoza
Siente que muy adentro el mundo se le destroza
mientras no para de aletear esa simiente
e inexplicable sonrisa en su cara se esboza
cuando un recuerdo le secuestra en vida la mente
la lagrima asomada entre parpados se apoza
cuando en cálido manantial se rompió la fuente