María

DICOTOMÍA.-

 

Es bueno cuando lo añoro ampliando sus criterios y me remonto a estragos de los buenos

Es el mejor en las pausas largas y su halo multiplica mil recuerdos

Es bueno en el reencuentro anunciando destellos.

 

 

Es cruel cuando arremete con su frialdad a oscuras

Es cruel en involuntarias tajaduras

Es cruel cada adiós acantilado.

 

 

Me colma y me enreda en llamaradas de Vida

Y me amputa toda en sus dolientes silencios.

 

 

Quisiera retenerlo con cadenas livianas en mi afán de brindarme en sinfonías que lo encanten

Pero en cada regreso lo arrojo a tiempo defendiéndome de la tempestad que es su sello.