Negro es el zanate
que junto al cenzontle
son hijos del alba
y del horizonte.
Sus trinos canoros
cantan al paraje
de las altas frondas
de verde pelaje.
Usando sus patas
las dueñas del monte
cavan sus guaridas
las liebres y ratas.
Salen de sus hoyos
con vistosos trajes
y con gran bullicio
loros y chocollos.
Y aquel chichiltote
observa en la rama
la orquídea bella
que sale del chote.
Lluvias y neblinas
con terca paciencia
y gran persistencia
bañan las colinas.
Y los armadillos
ranas y venados
esperan inquietos
al sol y sus brillos.
Este es el paisaje
de una vista hermosa
del lirio salvaje
que aire puro goza.
Lebusla
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