Para inspirarse cerca del mar
Busco en cada playa
los nombres de arenas que susurran
entrelazadas, sugerencias apenas audibles;
palmeras persistentes de elocuencia,
caracolas con los hilos encendidos
entre las sales y la fauna de las aguas;
busco las olas donde riman apenas enardecidas
las brisas porfiadas y salinas
que doblegan cosechas de cocoteros
con collares de pedrería;
busco el susurro de nuevas melodías,
la espuma de la playa disipada en los labios esquiadores,
los ritmos reiterados de las olas,
los aires que escudan sus celajes
en las tardes barrocas y profundas
del monumental canto del oleaje…
Me obsesiono en esta playa;
busco perlas antiguas
y alondras de entusiasmo
cosechadas en mareas viejas y nuevas
de los cantos de las playas…
Y persigo
en las mismas palmeras erguidas de madrugadas,
en los ancestros sinuosos de la espuma,
en el preámbulo irisante de las olas,
en las arenas consecuentes…
¡la misma canción marina
dispuesta a todo amanecer!