La palabra es la caricia
Que recorre la distancia,
Esa tan sutil fragancia
Con un sabor a delicia;
Es, del amor, la primicia;
Del deseo, la vagancia;
De la pasión, la prestancia
Del cariño, mil albricias;
Es de mi anhelo ese ruego,
De mi ansiedad la llamada;
La alegría de aquel juego
De toda alma enamorada.
Es en mí, perenne apego:
Resplandeciente alborada…