Y desde el norte rumbo al tiempo
Y las nubes entre el sol
Los cielos se abren como el velo
Como luz en mi interior.
Como el canto de las aves
Como huestes celestiales
El señor nos dio alegría
A plena luz de día
Me rendiré ante su presencia
en mi gozo esta su esencia
Y siento que mi alma llora
Y su espíritu se aflora
Me entregare a ti
Amándote sin dudas, en mi corazón
Calmaras todos mis miedos
No digo que no
Me entregaré a ti
Con las alas de un sueño, de eterna pasión
Bendito el Señor
Su gloria y esplendor
Tú hiciste el firmamento
Y entonces viajas en el viento
Pues son tus mensajeros y llamas de fuego
Tú eres mi todo, el perfume de mi amor
Tú eres tan poderoso, Majestuoso Dios