Aun arden en mis labios las brasas de tu boca...,
de esos besos candentes flamean siempre llamas,
y es que cuando me besas mi boca siempre inflamas,
y un fuego pasional tu cuerpo me provoca...
Cuando el amor nos llama y tu boca me invoca,
me susurras al oído y gimes cuando me amas,
son momentos vibrantes, que con ardor reclamas,
cuando el deseo quema y al placer nos convoca...
Son momentos divinos que llenaron de gloria,
este amor placentero que ha forjado esta historia,
cargada de romance, ternura y gran fervor...
Un amor placentero que tú, amada y consentida,
siempre lo has disfrutado por mi siendo querida,
gozando de placer con fervoroso ardor...