Comprendo que yo soy un preguntón
como el niño que se hace mil preguntas,
una especie de sátrapa, un mirón,
que observa va al pasar de refilón
las aristas, esquinas y las puntas.
Yo hoy quisiera saber ¡pues baya plasta!,
quisiera conocer ¡pues vete a misa!
¿por qué, por qué, por qué son de esa guisa,
lerdos a mi lado hay a decir basta?
¿Acaso preguntar es un delito
para que a quien pregunta le condenen?
Hay que ver la manía que nos tienen
al deseo convertir en sambenito.
Si mal yo no hago a nadie, a qué decir.
a quienes me critican no comprendo,
aunque insistan no cambiaré de atuendo
pues dispuesto yo estoy a resistir.
Así que el cielo esté ahora tronando
que alguno vea en mi su desconsuelo
mientras los pies yo tenga sobre el suelo
seguiré a todas horas preguntando
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/