Estoy llegando
un pasillo, que parece largo
como si diese tiempo
a no deseadas reflexiones.
El tiempo me ha llevado lejos
y siento desdibujada las vivencias del adiós
veo la puerta, que se agranda a mis pasos
pensando, si todo será como entonces.
Ese desesperado final de nuestros cuerpos
tus ojos, arrasados de futura soledad
mi dura simulación de un, hasta pronto
y los dientes, mordiéndose, al alejarme.
Hoy regreso
mis años pesan y son equipaje
tiembla, la mano en el llamador
la eternidad se adueña de mis recuerdos
hasta que siento, que la puerta se abre.