No pasaba de día normal, jueves, lluvia, café y soledad.Fue entonces cuando decidí buscar por las calles de la gran ciudad de Buenos aires, mientras se podía sentir en el aire un poco de calor, angustia, gotas cayendo sobre la nuca; una persona igual que yo, con los sueños rotos-
Y aquí estaba yo, y allí estaba el, bajo el techo de chapa de una parada de autobus, las gotas caían,drip drap, parecía no esperar nada, drip drap, tenía un libro de Bukowski, drip drap, un cigarrillo, drip drap,una mirada.
Su mirada me decía mucho, al mismo tiempo nada,noto mis escalofríos al estar bajo de la lluvia así que mi invito a sentarme junto a el.No nos decíamos nada, pero sabíamos que estando juntos, algo nos estaría sanando.