En esta fechas tan señaladas
de Navidad, Año Nuevo y Reyes,
me viene cual tesoro a la mente
sus Majestades de Oriente,
Aquella niña que ayer fui
hoy os recuerda con nostalgia
y en mi alma se hace sentir
la ilusión y la magia.
¡Qu.e felices momentos!,
¡qué inocentes sentimientos!,
la muñeca, los patines, los cuentos
y las chuches en los zapatos nuevos.
Pero fueron pasando los años,
años de ilusiones y anhelos,
ya no habrá carta ni regalos,
ni momentos como aquellos.
Mi etapa de niña quedó dormida
entre mares y montañas verde oliva,
despertando en el tiempo convertida
en una mujer soñadora y activa.
En ese día si por pedir fuera
y sus Majestades me lo concedieran,
les rogaría me devolvieran
aquel amor de primavera.
Pero soy afortunada, ¡poseo el mejor regalo!,
el más valioso, fruto de un milagro
y aunque un día no pidiera nacer,
la \"vida\" es el mejor obsequio
que me pudieron hacer.
Fina