Tu semblante lo frunces,
¡Los dolores no mienten!
Una noche cualquiera
En que sola te encuentres
Cuéntame de tus cuitas...
¡Abre tu corazón y mente!
Deja que la experiencia
Que anida en la razón
Te oriente.
No dejes que el dolor
Impregne con su olor
Tu ambiente.