Ian Welden

MONÓLOGO DE UN PADRE

Llegó de súbito a un mundo extraño

donde habían volantines y helados de fresa

pero también muecas amargas en el viento

y seres recogiendo migajas en los desiertos silenciosos.

Pero ella aún no lo sabía.

Encontró a un padre dulce e ingenioso

que reía y saltaba y a veces lloraba oculto

y que le construyó un techo cálido y firme

a los piés de la amable Cordillera de los Andes.

Una madre laboriosa cual mariposa en primavera

la alimentaba con su tibia leche dulce y poderosa

siempre sonriendo en los crepúsculos infinitos

cantándole canciones de ángeles de la guarda.

.

Vivió el desastre de su hermoso planeta

una fría noche de invierno

en que la madre y el padre olvidaron la palabra amor

para recoger con ira la palabra sinamor

y usarla como arma cotidiana entre ellos

haciendo desaparecer para siempre

ángeles cantos sonrisas volantines y helados de fresa.

.

Ahora la veo escalando montañas ajenas

cruzando puentes y océanos secretos

donde gente recoje migajas en los desiertos.

En ocasiones hay muecas de amargura en sus ojos

que yo tanto quisiera poder borrar.

Y también sonrisas secretas en su alma

que tanto necesito compartir.

.

Arte visual: Ian Welden.