Este amor es una deliciosa locura.Tu rostro esculpido en mil horizontes. El plasmar de la belleza en el sortilegio de los colores, ellos desahogaron sus ansias con el pincel que te hizo la muñeca eterna. Somos el febril encuentro del fuego. Las caricias son ardientes designios de nuestra hoguera; sueños que son como llamaradas elevadas hasta el púlpito de nuestras ganas. Has cruzado al tiempo como el puñal que desgarra la última telaraña del ser. Sigues aquí como el primer día cuando mis ojos te descubrieron. Llenaste a la mirada de ti; embrujaste cada madrugada con la pócima de un amor que me poseyó de manera ardiente. Y en medio del encuentro la legión de tus besos, el rostro tuyo descubriendo al arcoirís. Revolotea el amor en cada fulgor de la hermosura, aprendí a quererte el mismo día cuando me convocó tu deliciosa sonrisa...