Es lunes y no vendrás, y puede que me encuentre esperándote, aunque se que no vendrás, porque no lo prometiste.
Y es que tus promesas son palabras al aire, palabras vacías, en las que algún día creí.
Aunque lo hubieses prometido, no vendrías, y seguiría esperándote, hoy, mañana, toda una vida.
Cada lunes te recordaría y diría \"hoy es el día\", ansiosa y rota, esperando que dejes todo y vengas, no una hora sino una eternidad de ellas.
Y entonces así ya no te esperaría más. Pero, es lunes y no vendrás.