A diario me pregunto, ¿si supieras
que te amo tan fervientemente
que sentirían tu corazón y mente
si amor en mis ojos vieras?
Si acaso por un momento consideras
amarme como lo hace un adolescente,
con locura y sin un dejo de consiente
amándome de una y mil maneras.
Es un suplicio diario en esta vida
pensar si me amas como yo a ti,
desear por la noches tu boca ungida
besándome con tus labios de rubí.
Pero mi alma no se dará por vencida
porque eres lo mejor para mí.