Cuando reclamo
y ruego
que salgamos
y evitemos
lo que carece
por siempre
de aquello que anhelamos,
cuando el tedio
nos persigue
y nos alimenta
con purgas,
y fiel nos acompaña
por donde siempre andamos,
cuando vemos lo mismo
en lo mismo
igual lo igual
parejo lo parejo,
y vomitamos
nuestros pensamientos
sin temor a perderlos,
cuando rehuimos
nuestra conciencia
pues la reconocemos
emponzoñada,
e inclusive
nos conformamos
sin críticas,
cuando intento
resaltar del horizonte
sólo lo inocuo,
y con ingenuidad
mover lo que se mueve conmigo,
cuando recobro
simples muecas
de la felicidad que he vivido,
y mi yo inquiriente
se sacia
con un guiño,
cuando me confundo
con lo ajeno,
y suprimo de mi mente
sin darme cuenta
mi realidad presente,
reviento
grito
desespero
acuso
critico
ofendo
me burlo
. . . .
y me acuerdo de tí.