Un amor profuso es el que yo quiero
que nos entreguemos plácidamente
que el amor sea un preciado venero
que aspiremos gozarlo eternamente.
Que no perturbe tanto nuestra mente
que no sea hético o resbaladizo
ni pétreo, menos antojadizo
que lo exhibamos libre ante la gente.
Y que sea un gran amor de esos próvidos
Un amor que luche siempre incansable
que conjurando los fantasmas sórdidos
así nada nos sea ineluctable.
No quiero amor que incluya noches mustias
tampoco días que sean angustias
que provoquen caer en el esplín,
que lo vivamos juntos hasta el fin.
Lebusla
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